Un banquito en la plaza del Falla
me enseño cuando chiquillo
pasodobles y estribillos de carnavales.
Y me fue metiendo en el camino
con el canto y desafino de los chavales,
un banquito en la plaza del Falla
me enseño el veneno del carnaval
entre aquellos sones tan sencillos
y al ladito del castillo donde yo queria entrar.
Un banquito en la plaza del Falla
me empujaba a la batalla de cantarle a mi ciudad,
y aquel chiquillo en mitad de la noche
bebio su veneno...
Mientra sonaban por la plazoleta
rumberos, los golfos, Caleta... Y los sarraseros.
Con los compáses de los campiñeros,
Dios que me alegro de verme tan lleno...
Pero los años pasaron y aquel chiquillo de entonces
vive metido en su fiesta donde el antigüo molesta
y al viejo ni se conocen.
Por eso mismo te digo, yo que por ti me desvivo
y en medio de tanta falsa, me acuerdo de aquel banquito...
Y haciendo cada comparsa, lo busco por esa plaza, ay..
Que lo necesito.
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