Roja es la piel y roja la tierra.
Roja la sangre, como la bandera.
Roja la madre, madre que es la tierra.
Y cuando pare, siempre están con ella.
La lluvia: El alimento del cielo.
El cielo: El visto bueno de ello.
El sol: El hombre que la insemina.
La tierra: La mujer que está pariendo.
Montaña: La mujer que está ayudando.
El frío: La lluvia que está cayendo.
El viento: El sol que come del árbol.
El árbol: El nacimiento del hijo.
El hijo: La tierra que está pariendo.
La tierra: Los hijos que están cantando.
Si los gaditanos formaran mi tribu
algunos chamanes cobraban castigo.
Si los gaditanos formaran mi tribu
algunos chamanes cobraban castigo.
La cabellera rubia, no ser de vuestra raza
ni sus amigos. Y de sus enemigos
no creerme nada.
No ser de Cádiz, no ser de tribu.
No ser del pueblo, ser del partido.
Si los gaditanos formaran mi tribu
algunos chamanes cobraban castigo.
Si los gaditanos formaran mi tribu
algunos chamanes cobraban castigo.
Pipa de la Paz no fumaré
con hombre blanco mientras cante,
otra universal declaración
de los derechos que quebrante.
Pipa de la Paz no fumaré
con hombre blanco mientras viva,
con el rostro pálido
y la sangre en su bandera protegida.
Pipa de la Paz, ser de la Paz
y el hombre blanco por la Paz
parece que no querer na.
No tener escrúpulos humanos
y adorar como su gloria,
su miseria enarbolada.
Pipa de la Paz no fumaré
con pueblos que a pueblos asesinan.
Pipa de la Paz apagaré.
¡Solidaridad con Palestina!
Pipa de la Paz no fumaré
con hombre blanco mientras que
yo sea un indio americano.
Y en tanto que no pueda volver,
la tierra que defenderé
será la de los gaditanos.
Una tierra que nadie conoce.
Unos mares que no tienen barco.
Una plaza llenita de gente.
Un obrero que mira pa'rriba.
Una calle de 1900.
Una Pipa de ¡Viva La Pepa!
Una sal que te arruga la frente.
Un cañón que no tira una bomba.
Una luna que sale de lado.
Una Lola que no es Piconera.
Una copla que nadie termina.
Un obrero que mira p'abajo.
Y un amante por cada tronera.
Una Pepa de ¡Viva de la Pipa!
Una torre de miles de torres.
Y una gente que viene a la plaza.
Y unos barcos que no tienen mares.
Un obrero cantando una copla.
Una copla que nadie termina.
Unos mares que cruza cualquiera.
Un obrero que mira p'abajo.
Un obrero que mira pa'rriba.
Y una amante por cada tronera.
Una Pepa de ¡Viva la Pipa!
¡Qué viva La Pepa!
Y una torre de miles de torres.
Y una gente que viene plaza.
Y unos barcos que no tienen mares.
Un obrero cantando una copla.
Una copla que nunca adivinan.
Que todos conocen. Que nadie termina.
Es mi tierra y no vivir sin ella.
Y a quien sin ella me ven
le arranco la cabellera.
Y a los falsos profetas
ya vengan con sotanas
o con chaquetas.
Y a los que por un sueldo
disparan su fusil contra
mi pueblo.
Y al gobernante cabrón
Que permite que sus hijos,
pa vivir, tengan que irse
a Castellón.
Y a los que en un tribunal
condenan al que vende
lo que fuman con su Pipa
de la Paz.
Le arranco la cabellera.
Le arranco la cabellera.
Y a los que viven de su tierra
sin que les tire ni les duela
tirándose golpes de pecho,
no dejan nunca de tirar
más tierra encima de su tierra
y de sus hijos, de verdad.
Y a los que viven de su tierra
sin que les tire ni les duela
tirándose golpes de pecho,
no dejan nunca de tirar
más tierra encima de su tierra
y de sus hijos, de verdad.
Le arranco la cabellera.
Le arranco la cabellera.
¡LA CABELLERA!
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